lunes, 5 de mayo de 2008

El Madrid descorcha el champán

OSASUNA 1 - REAL MADRID 2
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El Madrid gana su 31ª Liga. Los merengues remontaron un 1-0 a cinco minutos del final. Robben e Higuaín, héroes blancos. El Osasuna se complica la permanencia..

MANUEL MORILLAS
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El Real Madrid por fin puede abrir la botella de champán que guardaba fría en la nevera. Esa que el Barça dejó de querer hace semanas, la misma que el Villarreal no ha llegado a tiempo de probar. Botella que el Madrid encargó muy pronto, allá por el mes de diciembre cuando noqueó al Barcelona en el Camp Nou y se puso por primera vez con 7 puntos de ventaja. Algo cambió aquella noche.

La historia tiende a repetirse, y el Madrid ha ganado hoy su Liga 31 con el gran espíritu y pundonor que demostró para ganar la del año pasado. Por eso, quién mejor que el héroe de aquellos días para rememorar aquellas fiestas, aquellas piñas y aquellos estallidos de júbilo. Pipita Talismán Higuaín saltó al campo en el minuto 65, con sus mechas y su gomina, dispuesto a alborotar el partido sin que la lluvia le alborotase el pelo. Y vaya si lo logró. Hay quienes aún discuten la demarcación de este futbolista. Ni extremo, ni mediapunta, ni delantero: es rematafaenas. La de ayer vale una liga –otra- y llegó en el minuto 89, cuando a él le gusta. Desde la derecha, tras recibir un balón de Ramos, le pegó a la pelota con la rabia insolente de su juventud, la que gana ligas. Describir conceptos como la fe es una tarea enrevesada cuando puedes explicarlos con goles así.

El partido empezó muy inglés, con gran intensidad y ritmo. El paso del mediocampo era un mero trámite, como si los equipos tuvieran prisa por salvarse o coronarse, según el caso. En ese ir y venir, un Osasuna muy enchufado ganaba por puntos, con constantes oportunidades de Vela
–que bien juega este güey- y Portillo. Si hubiesen sido gotas de agua habrían formado estalagmitas en el área rojilla, por insistencia, pero el fútbol no se rige por la lógica de la geología. Diarra, Gago y Sneijder -más voluntarioso que acertado sin la ayuda de Guti-, no terminaban de conectar con el ataque blanco, y el Madrid se resentía. Puñal, Plasil y Astudillo les ganaban la batalla. El partido, por definición, no era de 0-0, pero así llegaban al descanso.

Nada más volver, Cannavaro cometió la gamberrada de la tarde y vio la segunda amarilla por una estúpida e innecesaria zancadilla a Plasil. El líder se quedaba con diez. Curiosamente el conjunto blanco mejoró, ayudado en parte por el desgaste osasunista, y el ritmo bajó un poco. Robben probaba suerte, y Sneijder, poco después, mandaba un balón al palo. El Madrid buscaba el gol con diez, bajo una lluvia cada vez más violenta.

Pero no fue la lluvia el jarro de agua fría, sino el penalti de Heinze. El argentino no tuvo su noche. Azpilicueta le dio mil quebraderos de cabeza y para colmo, en el minuto 83 tocó un balón en su área con la mano. Puñal hizo honor a su nombre y apuñaló las ilusiones madridistas. Desde las radios se instaba a los montadores de la pasarela de Cibeles a que desmontasen el tinglado. Craso error.

Sólo cuatro minutos después, en el 87, Talismán Gomina Higuaín sacaba una falta que Robben mandaba de cabeza a la red. El holandés, que jamás había marcado un gol con la cabeza, la perdió de alegría. Suponemos que debe ser verdad que el fútbol es un estado de ánimo, porque los de Schuster se crecieron y se fueron arriba, decididos a renovar el brillo de su historia. Entonces el Pipita apareció para acabar con todo. Dicen que le falta gol, pero ¿ por cuántos valen los que marca ?

El Osasuna se sitúa 18º, una posición complicada para mantener la categoría, ya que dependen de los rivales que hay por encima. El Madrid ha ganado una liga que se ha descrito como sosa, descafeinada, sin emoción… pero esto no debería quitarles ni un ápice del mérito. Proeza que han logrado con una plantilla nueva, joven, aún por hacer, y un entrenador que tenía sobre sus hombros la responsabilidad de mejorar el juego ganando al menos un título, como su predecesor. Prueba superada. Este equipo, con dos o tres retoques de calidad –como anuncia Calderón- puede tener futuro. El presente se vive ahora y está en Cibeles. Con champán. Y el miércoles, pasillo del Barça en el Bernabéu. Para que luego digan que la liga es sosa.

OSASUNA: Ricardo; Javier Flaño (Pandiani, 62’), Cruchaga, Miguel Flaño, Monreal; Azpilicueta, Puñal, Astudillo, Vela; Portillo (Sola, 62’).

REAL MADRID: Casillas; Ramos, Cannavaro, Pepe, Heinze; Raúl (Higuaín, 64’), Diarra, gago, Robben; Sneijder (Baptista, 84’); Saviola (Torres, 52’)
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GOLES: 1-0, m.83: Puñal, de penalti. 1-1, m.87: Robben de remate de cabeza a pase de Higuaín. 1-2, m.89: Golazo de Higuaín desde la derecha del área
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Árbitro: Luis Medina Cantalejo, del Colegio Andaluz, amonestó con tarjeta amarilla a Azpilicueta (14’), Heinze (37’), Cruchaga (37’), Sneijder (51’), Diarra (53’), Miguel Flaño (54’), Torres (66’), Puñal (74’) y expulsó a Cannavaro por doble amarilla (11’ y 46’).

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