sábado, 10 de mayo de 2008

Los Jazz eclipsan al MVP y sus ángeles

UTAH JAZZ 104 - LOS ANGELES LAKERS 99
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Utah aprovecha el factor campo y pone la serie en 2-1 . Gasol completa una de sus peores actuaciones. Kobe Bryant sacó su faceta MVP sólo en la segunda mitad. Carlos Boozer comandó la victoria de los de Salt Lake con un partido brutal.
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MANUEL MORILLAS
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Tras el partido anterior que suponía el 2-0 en la serie para los Lakers, se comentaba en el vestuario angelino la posibilidad de ganar todos los partidos de Play-off. Pau Gasol no podía dar crédito y pedía prudencia. El devenir de los acontecimientos ha dado la razón al catalán: Los Lakers han soñado mucho y muy rápido en estos play-offs y no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo.

Los Lakers empezaron bien pero pronto comenzó su recital de imprecisiones. Los Jazz, muy empeñados en hacer valer el factor campo, enseñaban pronto sus cartas con un Carlos Boozer en papel de estrella. Este año le han llegado a apodar Carlos Loser (perdedor) por su mala suerte, pero lo cierto es que ayer se puso el traje de winner –ganador- para tirar del carro de su equipo. Con Gasol muy errático y Kobe Bryant desaparecido, Fisher y Turiaf daban un poco la cara, pero no era suficiente.

En el segundo cuarto Utah ponía tierra de por medio a base de buen hacer y lanzamientos exteriores. De tres, de dos... todo les entraba. Kobe fue al banco y Utah empezó a sentirse grande. Mientras, los de la capital fallaban triples y dejaban a los locales irse arriba de 13 puntos. Kobe volvió a entrar, pero el premio recibido como MVP en lugar de motivarle parecía pesarle. En esos momentos Kobe parecía más el peor jugador del partido que el mejor de la liga. El descanso llegaba y Lakers perdían de nueve: 52-43

En la reanudación, de repente algo cambió. Kobe resucitó súbitamente enlazando un par de jugadas impresionantes, como si sintiese la obligación moral de demostrar por qué es él el MVP. Por desgracia para los suyos, Utah ayer estaba implacable. Fisher le ayudaba, entre los dos trataban de levantar a unos anodinos Lakers, pero se precipitaban con los tiros de 3. Tenían prisa por remontar, pero ya se sabe que las prisas no son buenas consejeras: tras haber estado a 5 puntos, la distancia volvía a ser de diez. Culpa del desacierto, culpa de la urgencia.

En el último asalto Lamar Odom y Kobe fueron al banquillo. Utah aprovechó para machacar y entonces todos supimos quién ganaría el partido. Los de Los Angeles hacían la goma por momentos, con un Kobe Bryant estelar –ahora sí- pero Boozer, Williams y Kirilenko eran gigantes al lado del plantel de secundarios de los Lakers.

Los Lakers pelearon hasta el último minuto. En esa batalla el exjugador de Utah, Fisher ,fue el mejor escudero de Kobe. Si algo distingue a los buenos de los mejores es su hambre de victoria. Kobe vio el marcador con 3 de diferencia y la quiso cortar de golpe, allí, ya. Erró el triple y los Jazz, muy serios, atentos, sublimes, volvieron a ganar unos puntos de comodidad gracias a un Carlos Boozer inconmensurable, claro MVP del partido. El esfuerzo de Los Angeles era en vano. Apretaron e hicieron mil faltas y usaron los tiempos muertos, pero era tarde: Los Lakers ya no terminarán los play-offs invictos.

104 -
Utah Jazz: Williams (18), Brewer (6), Okur (22), Kirilenko (12), Boozer (27) -cinco inicial-, Harpring (12), Korver (5), Millsap (2) y Price (-).
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99 - Los Ángeles Lakers: Fisher (13), Bryant (34), Gasol (12), Radmanovic (8), Odom (13) -cinco inicial-, Farmar (-), Walton (11), Turiaf (8) y Vujacic (-).

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Árbitros: Ken Mauer, Monty Mccutchen y Dick Bavetta. Pitaron falta técnica a Jerry Sloan, entrenador de los Jazz. Quedó eliminado por personales el ruso Andrei Kirilenko, de los Jazz.
Incidencias: Tercer partido de la serie al mejor de siete de las semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA que se disputo en el Energy Solutions Arena, de Salt Lake City, ante 19.911 espectadores.

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