El triunfo de la unidad

MARIANA NARVÁEZ

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El domingo el Real Madrid celebró su liga 31. Este gran club seguido por millones de aficionados a través del mundo entero es el club español con más títulos. Pero la pregunta es cómo ganó la liga este año y cómo la celebró.

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Muy sencillo. Primero, ganando partidos. Pero... ¿cómo se ganan partidos? Pues lo típico: jugar como equipo, tener buena ofensiva ( Raúl, Robinho, Van Nistelroy, Higuaín y compañía ), un buen centro que arme el partido ( en éste caso en manos de Gago, Diarra o Guti ), una fuerte defensa ( Cannavaro, Ramos, Pepe o Marcelo ) y finalmente, muy importante, tener el mejor portero del planeta bajo los tres palos ( Iker Casillas ).

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El secreto de esta temporada dicen que fue la unidad del equipo. Se puede tener a las mejores estrellas del fútbol, pero si no juegan en equipo no sirve de nada. Pues bien, se ganó en Pamplona y finalmente vuelven a ser los campeones. ¿ Y ahora qué? Pues si se gana grande se celebra a lo grande. Pues primeramente regresar a la capital e ir directamente a la Cibeles a celebrarlo con su diosa y su afición. Lo siguiente consiste en saltar, cantar y celebrarlo con sus seguidores y claro que Raúl coloque su bufanda a la Diosa. ¿Luego qué? Pues irse al mejor sitio que Madrid podría ofrecer para seguir celebrando a lo grande como este club se merece. Es verdad que no es bueno para un deportista salir tanto de fiesta pero si se gana la liga todo es válido. Y hacerlo en equipo, claro. Esto es la clave. ¿Qué sigue? Ducharse de nuevo, pero esta vez con champagne. Y después de estar todos mojados bailar hasta que el cuerpo aguante, abrazarse como equipo, reír, cantar "campeones" como mínimo diez veces. Las lágrimas son válidas también y mucha alegría. No todos los días se ganan ligas. Bailar con el presidente y el míster, eso también vale y finalmente irse a descansar al salir el sol. Una noche inolvidable para veteranos como Salgado y para los nuevos como Sneijder o Drenthe. Después de tanta lucha e unidad, es importante celebrarlo como tal, como la familia que son, no importa su nacionalidad, posición o religión, sino que se entiendan y apoyen mutuamente y estar unidos verdaderamente. Esto ha sido el gran secreto del Madrid.